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La genética de soja argentina se expande por el mundo

DONMARIO, el semillero nacido en la bonaerense Chacabuco, pasó de ser líder en Argentina a ser número 1 en el sur de Brasil. Ahora, va por más en el norte de ese país y comienza a crecer con fuerza en EE.UU. Marcos Quiroga, su Director de Investigación, cuenta los detalles de esta verdadera exportación de conocimiento argentino.

 

La soja es el principal producto de exportación de la Argentina. Se trata de un negocio que constituye, claramente, un eje clave para la economía del país. Y dentro de ese universo, hay jugadores que vienen creciente fuerte también en el exterior, apalancados en los sólidos cimientos que constituyeron aquí.

 

Uno de ellos es el semillero DONMARIO, líder absoluto en el mercado argentino de semillas de soja, con su genética que se desarrolló desde la ciudad bonaerense de Chacabuco. Marcos Quiroga es Director de Investigación de la compañía, quien maneja los desarrollos que llevan a cabo aquí, en el resto de América y en el resto de los continentes. Desde ese lugar, cuenta cómo la empresa viene ganando terreno tanto en Brasil como en Estados Unidos, que junto a la Argentina constituyen los tres principales actores globales del negocio.

 

Quiroga maneja todos los programas de mejoramiento genético de la empresa, en todos los territorios, aunque los que más fuerza tienen hoy son los de las tres naciones que suben al podio sojero mundial. De todas formas, también hay trabajos en ese sentido en África y en Europa, por ejemplo.

 

Analizando la presencia global de DONMARIO, Quiroga recuerda que en Brasil arrancaron por el sur, pero dice que, ahora, “donde vemos más posibilidades de crecimiento es más al norte, en la zona llamada Los Cerrados, que incluye al Mato Groso”. Allí está casi 60% de la soja de Brasil y allí se quiere seguir expandiendo la firma.

 

Mientras tanto, en el principal mercado sojero mundial, Estados Unidos, la compañía argentina también viene creciendo paso a paso. El Director de Investigación considera que ese mercado es como “la NBA de la soja: allí, el 100% del mercado es legal (una gran diferencia con la Argentina, donde solo es el 15%), lo cual es un gran incentivo para invertir, y todas las empresas competidoras (las más grandes del mundo) juegan a fondo”.

 

Marcos Quiroga, Director de Investigación de DONMARIO.

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Yendo cronológicamente, el primer paso de DONMARIO fuera de Argentina se dio en Brasil, allá por el año 2003. “Había demanda por la soja argentina, pero la legalidad no existía”, recuerda Quiroga. “Muchas empresas se estaban yendo y nuestros productos andaban muy bien”, agrega.

 

¿Qué buscaban los productores brasileños? Soja RR de ciclos cortos, para poder hacer un doble cultivo de verano. Había explotado la roya de la soja y, para escaparle a la enfermedad, que se presentaba en pleno verano, ayudaba mucho sembrar más temprano. Y todo eso sucedía en un mercado desabastecido desde el punto de vista legal.

 

“En ese contexto, pudimos convertirnos en líderes en el sur de Brasil en 3 o 4 años, haciendo, como siempre, mucho foco en la investigación. Pero ya pensábamos, e investigábamos, también para Los Cerrados”, recuerda el ejecutivo.

 

En esa región, casi el 90% de la semilla que se vende es legal, lo cual significa un gran incentivo para invertir. En el sur de Brasil es el 55%, pero en cualquier caso es mucho más que los pobres guarismos de la Argentina, que todavía espera una nueva Ley de Semillas.

 

“Ahora, nuestro próximo objetivo en Brasil está puesto en Los Cerrados, que es el mercado más competitivo del mundo después de EE.UU., y ya estamos segundos”, se entusiasma Quiroga.

 

Justamente, en EE.UU. los primeros pasos de DONMARIO se dieron en el sur, igual que en Brasil. Allí predominan las variedades de los grupos de madurez 4, que es el fuerte histórico de la genética de la compañía. “Haciendo base allí comenzamos la expansión”, cuenta el Director de Investigación.

 

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En el principal país sojero mundial, el 65% de la soja se siembra en el “Corn Belt” (el famoso cinturón maicero) y el resto se divide casi en partes iguales entre otras regiones del norte y del sur. “Desde el norte también venimos bajando, incluso desde Canadá o estados de EE.UU. como Dakota del Norte y Dakota del Sur o Minnesota, lugares en los que estamos con variedades de los grupos 0 y 1”, detalla el especialista.

 

En el sur, con más tiempo de trabajo acumulado, ya están viendo los primeros resultados concretos. El año pasado, los multiplicadores que tiene la compañía ya sembraron soja con genética DONMARIO y por estos días los primeros productores están implantando las primeras bolsas vendidas en el mercado de EE.UU. que son, en realidad, un desarrollo bien argentino.

Es, en definitiva, exportación de conocimiento. Y en el negocio de la soja. Ese en el cual la Argentina es líder mundial. Y DONMARIO, sin dudas, es una pata estratégica de él.