En trigo, ahora hay una nueva opción N° 1
DONMARIO, el histórico semillero líder en soja, el año pasado lo fue también en trigo. De cara a una nueva campaña, en la que volverá a crecer fuerte este cereal, conozca las razones que hay detrás de esta revolución, que abre nuevas oportunidades para los productores.
El trigo ya mostró el año pasado lo que puede dar. Sin retenciones ni intervenciones oficiales que traben la comercialización, y sin diferentes tipos de cambio, creció en superficie y también en volumen de producción. En ese renacer, hubo otro viraje que marca un antes y después: la variedad más vendida del país fue de DONMARIO, el semillero acostumbrado a ser líder en soja, que ahora lo es, además, en este cereal estratégico.
Algarrobo, un material de ciclo intermedio, fue el más sembrado del país en 2016 y seguramente lo volverá a ser este año, cuando se espera que la superficie triguera crezca nuevamente, hasta arañar las 5 millones de hectáreas.
Este material “es un ciclo intermedio con algo de requerimiento de frío, que puede sembrarse entre el 20 de mayo en el norte del país y el 15 de julio en el sur”, explica Agustín Pontacuarto, gerente de Trigo y Maíz de la compañía.
Algarrobo es del grupo de calidad 2, con muy buena sanidad, calidad y que supera en rendimiento a sus competidores, sostuvo Pontacuarto, un ingeniero agrónomo con vasta experiencia en compañías del sector que desde el 2011 trabaja en DONMARIO.
El hombre, oriundo de la bonaerense Arrecifes, piensa en quienes todavía están decidiendo qué trigo van a sembrar este año cuando agrega algunas características más de este material que hizo que el cultivo cambiara de camiseta en la Argentina.
“Algarrobo cuenta con un muy buen perfil sanitario. Tiene un buen comportamiento a mancha amarilla y septoria, además de a la roya anaranjada. Es susceptible a la roya estriada, pero esta es una enfermedad de fácil control”, detalla Pontacuarto.
Y agrega que la variedad tiene también un buen comportamiento a enfermedades de la espiga, como fusarium. Pero hay un dato más: es tolerante a una enfermedad del tallo como roya negra, que en los últimos años causó importantes daños en muchas de las variedades más sembradas de la Argentina.
Entre otros cambios que vivió la agricultura del país en 2016 estuvo el regreso de una fuerte inversión en tecnología por parte de los productores. Como parte de ese proceso, la fertilización ocupó un lugar importante. Así, los cultivos que antes se hacían “cómo venían”, se hicieron, en muchos casos, “con toda la música”.
Eso, en el caso de Algarrobo, significó un gran impulso para los rindes. Por eso, para este año, cuando se espera otro crecimiento importante de la inversión en los cultivos, desde DONMARIO recomiendan que, para esta variedad, el fertilizante se aplique en tres momentos distintos: a la siembra, en macollaje y en espigazón (o antesis).
Estos datos surgen de una red muy grande de ensayos de fertilización que la compañía estableció el año pasado en todas las zonas trigueras. Y, en el caso de Algarrobo, aseguran que así se obtendrán los mejores resultados con una variedad que ya sabe qué es estar en lo más alto del podio.
Pero el semillero de Chacabuco tiene este año una estrella nueva en ese firmamento de elite. Se trata de Ceibo, una variedad que ya sembraron sus multiplicadores en 2016 y que demostró que tiene muchos argumentos para pelear un lugar en el podio de este 2017.
Pontacuarto detalla que se trata de una variedad de ciclo corto, del grupo de calidad 2, que no tiene requerimientos de frío. Puede sembrarse en toda la zona triguera del país, de norte a sur, del 1 de junio al 15 de agosto.
Así, esta será otra opción más que brindará el semillero, que puede entrar muy bien para quienes estén pensando en hacer una soja luego del trigo. “El combo trigo-soja va a ser el cultivo más rentable en esta campaña”, pronostica el ingeniero, de 37 años.
El hecho de que DONMARIO hable hoy con autoridad del trigo, como lo hizo siempre de soja (cultivo en el que es líder histórico), es consecuencia de un trabajo que viene realizando hace muchos años. “Tenemos un programa de investigación propio en el que, hace tiempo ya, vimos que sacábamos rinde, pero nos faltaba calidad”, reconoce Pontacuarto. Pero agrega: “Por eso, hicimos los ajustes que teníamos que hacer y, con la genética apropiada, hoy tenemos los tres ejes que nos interesan: rinde, calidad y sanidad”.
En el semillero cuentan también que entendieron cuáles son, además, los canales de comercialización que tienen los productores para sus trigos. Como en ese aspecto los molinos tienen un rol central y, por esa vía, sin calidad se sufren castigos de precios muy sensibles, se ajustaron los materiales para no tener inconvenientes si los productores elegían esos canales de venta.
“Ahora somos líderes porque logramos, en varios años de trabajo, renovar totalmente nuestro portfolio de trigo”, resume Pontacuarto. Y reconoce que “hace algunos años, organizábamos una reunión de trigo y no iba nadie; por suerte, eso ya no pasa más”.
Mancha amarilla. Algarrobo se comporta muy bien ante esta enfermedad.
Roya anaranjada. Otra enfermedad ante la cual Algarrobo tiene buen comportamiento.